Rafael
(Raffaello Santi o Sanzio; Urbino, actual Italia, 1483 - Roma, 1520) Pintor y arquitecto italiano. Sus obras representan el paradigma del Renacimiento por su clasicismo equilibrado y sereno basado en la perfección de la luz, la composición y la perspectiva.
Su padre, que fue el pintor y humanista Giovanni Santi, lo introdujo pronto en las ideas filosóficas de la época y en el
arte de la pintura, pero falleció cuando Rafael contaba once años; para ganarse la vida, a los diecisiete años trabajaba ya como artista independiente.
De entre sus obras de este período (El sueño
del caballero, Las tres
Gracias), las más celebradas son sus variaciones sobre el tema de la Virgen y la Sagrada Familia. Los personajes
sagrados, dotados de cautivadores toques de gracia, nobleza y ternura, están situados en un marco de paisajes sencillos y tranquilos, intemporales. En estas telas, Rafael da muestras de su
inigualable talento para traducir a un lenguaje sencillo y asequible los temas religiosos. Su maestría en la composición y la expresión y la característica serenidad de su arte se despliegan ya
en plenitud en la Madona del gran duque, La bella jardinera o La Madona del jilguero, entre otras obras.
Urbino
La ciudad es una pequeña joya renacentista, sobre las colinas entre los valles del Metauro y del Foglia.
Muchos son los lugares de interés: el Palacio Ducal (de Luciano Laurana), con la Galería Nacional de Las Marcas (Galleria Nazionale delle Marche) (obras de Piero della Francesca, Paolo Uccello y Rafael), la Plaza del Mercado (Piazza del Mercatale) con la rampa helicoidal (de Francesco di Griogio Martini) que lleva al casco de la ciudad, la iglesia de San Juan Bautista y la Casa de Rafael.
En Urbino es fácil perderse mientras se pasea mirando a lo alto por su casco histórico.
Rodeada de una larga muralla y adornada con edificios de piedra arenisca, Urbino de sencillo burgo se convierte en la “cuna del Renacimiento” y, aún hoy, paseando por su centro
histórico se percibe la atmósfera del siglo XV.
Gracias a su perfil renacentista Urbino se ha ganado el honor de entrar a formar parte de la World Heritage List en 1998.
Para la UNESCO, la ciudad tienen el mérito de haber sido punto de atracción para los más ilustres estudiosos y artistas del Renacimiento, italianos y extranjeros, que han creado un excepcional
complejo urbano.
Los orígenes de Urbino son antiquísimos, el nombre romano, Urvinum, deriva del término latino urvus (urvum es el mango curvo del arado), pero es en el siglo
XV cuando la ciudad vive su máximo esplendor.
Es sobre todo gracias a la aportación de Federico de Montefeltro que Urbino adquirió su monumentalidad artística, cuya influencia se extendió ampliamente por el resto de Europa. Este gran mecenas supo, no sólo transformar Urbino en una magnífica corte de príncipes, sino atraer al ducado a los mayores representantes que la cultura humanística renacentista italiana podía ofrecer: Piero della Francesca, Luciano Laurana, Leon Battista Alberti, Francesco di Giorgio Martini, Girolamo Genga y el padre de Rafael, Giovanni Santi.
Paseando a lo largo de las empinadas y estrechas calles aparecen todos los edificios de la Urbino renacentista: el antiguo Monasterio de Santa Clara, la Iglesia de San Domingo, el
Mausoleo de los Duques en la Iglesia de San Bernardino, el Palacio Boghi y el majestuoso Palacio Ducal, que custodia el Tesoro Urbinate. Algunas de las más importantes maestranzas de la
época fueron involucradas en la construcción del Palacio, en la actualidad sede de la Galería Nacional de las Marcas. Una visita a la Galería es de obligación si se quieren admirar algunas
obras maestras de la historia del arte aquí conservadas: “La Flagelación de Cristo” y “La Madonna de Senigallia” de Piero della Francesca, “La Comunión de los Apóstoles” de
Giusto di Gand; “El Milagro de la Hostia Profanada” de Paolo Uccello y la sublime “Muda” de Rafael. En los alrededores no hay que perderse la Data (las
caballerizas ducales) unida al Palacio de la magnífica rampa helicoidal.
Artísticamente bella, pero bella también desde el punto de vista paisajístico: encontrándose entre dos colinas, Urbino ofrece un panorama hecho de techos y de iglesias decididamente
evocadoras.
Curiosidades
Tanto Bramante como Rafael dieron sus primeros pasos en Urbino. Rafael en particular se formó en el taller paterno y despuntó con obras encargadas por las
localidades de los alrededores del ducado.En Urbino tiene lugar cada año la Fiesta de la Cometa, generalmente en septiembre. Se trata de una auténtica competición en la que vence el que consigue
hacer volar su cometa más alto. En los pequeños talleres se trabaja desde el siglo XVI: orfebres, ebanistas, ceramistas, muchos de los artesanos vinculados a la construcción (estucadores,
pintores, carpinteros, etc.) en los talleres del casco histórico es posible ver de cerca técnicas antiguas y nuevas creaciones.
La corte de Federico da Montefeltro, según describe Baldassarre Castiglione en “El Cortesano”, introduce las características del llamado “gentiluomo” en Europa, que permanecieron plenamente vigentes hasta el siglo XX.
Sede de una de las más antiguas universidades, la Carlo Bo, que nace en 1506, cuenta con más universitarios que residentes autóctonos y presume de una famosa Academia de Bellas Artes; además es conocida como “la capital del libro” gracias al Instituto de la Decoración e Ilustración del Libro nacido en la segunda mitad del siglo XX.
Montes Sibilinos
Los Montes Sibilinos son simplemente maravillosos. En verano, aún puede observarse una fina capa de nieve en sus picos más altos. El más alto de todos ellos, Monte Vettore,
alcanza los 2476m. En primavera el paisaje se llena de flores salvajes en la llanura Piano Grande y es posible ver a los animales moverse con total libertad en este bellísimo
escenario natural. En la época medieval, los Montes Sibilinos eran famosos por albergar demonios, espíritus, hadas y a la Sibila, una profetisa que se creía vivía en una cueva. Hoy
en día habitan este área halcones peregrinos, águilas reales y puercoespines, y más de 1800 especies de plantas. Existe también un gran número de actividades que pueden realizarse en la zona
y que llevan a recorrer senderos y el cordón montañoso, entre otras cosas. Toda la información sobre dichas actividades puede encontrarse en Casa del Parco en Norcia, la cual también cuenta con
información sobre Castelluccio.
Castelluccio se sitúa en la cima de una colina, rodeada del Piano Grande, lo que hace que parezca un lugar inalcanzable. En el invierno, las temperaturas pueden caer hasta los -30º y se
vuelve difícil llegar hasta otros pueblos del otro lado de las montañas, aun cuando estos se encuentran a sólo 12 km. Aún así, se ha incrementado el número de restaurantes y hoteles; pero lo que
volvió a Castelluccio tan reconocido son sus legumbres y los quesos pecorino y ricota. A su alrededor también hay varios lugares para salir a recorrer a pie, a esquiar y hasta para
practicar ala delta.
Pro Delta, el lugar preferido para ala delta y parapente, ofrece cursos para todos los niveles y presupuestos. Fly Castelluccio se encuentra en Le Marche, un área muy
cercana, y también ofrece cursos elementales que duran entre 5 y 10 días. La Associazione Sportive Pianigrande organiza paseos a caballo, caminatas y excursiones en bicicleta por las montañas.
Quienes gozen de un paseo en su mountain bike encontrarán folletos al respecto también en Casa del Parco.
Colleverde Country House Via Bocca Trabaria Ovest 96, Urbino | |
El Colleverde Country House se encuentra en la campiña de Urbino, inmerso en las verdes colinas de Montefeltro. Alberga un spa con piscina cubierta y chorros de hidromasaje. Más información… |
B&B Il Monchetto Via Monte Pallotta 31, Urbino | |
Set in an 18th-century building with garden, B&B Il Monchetto offers rooms 2 km from the centre of Urbino. Public transport 500 metres from the property links to Urbino. Más información… |
Country House Ca' Vernaccia Via Panoramica 10, Urbino | |
El Ca' Vernaccia ocupa una casa de campo del siglo XVIII hecha de ladrillo y piedra de la zona.Más información… |