Isola Madre, Isola Bella, Isola dei Pescatori, Isolino di San Giovanni y escollo de la Malghera. Son estas las tierras emergidas del Lago Maggiore, las “Isole Borromee” (Islas Borromeas) que han tomado el nombre de los feudatarios que en el siglo XIV, se convirtieron en propietarios construyendo fortalezas, palacetes y castillos. La más grande de las cinco es la “Isola Madre” (Isla Madre), caracterizada por un jardínde plantas raras y flores exóticas en las que viven en libertad pavos reales, loros y faisanes. La isla es también famosa por la floración de azaleas, rododendros y camelias, por el ejemplar más grande de Europa di Ciprés de la Cachemira (de más de doscientos años), por las espalderas de cedros y limones, la colección de hibiscos, el Ginkgo biloba y por los emparrados de glicinas antiquísimas. En 1978 fue abierto al público el “Palazzo” (Palacio) del siglo XVI, interesante por la reconstrucción de ambientes de época y por las colecciones de libreas, muñecas y porcelanas. Excepcional es la exposición de los "Teatrini delle Marionette" (Teatritos de las Marionetas) del siglo XVII - XIX. La “Isola Madre” (Isla Madre) dejará al visitante un recuerdo de gran elegancia en el cuidado de los jardines y de los interiores, para los turistas más exigentes. Precisamente Flaubert, en 1845 describió la “Isola Madre” (Isla Madre) como el lugar más voluptuoso jamás visto en el mundo. 
Por su parte, La “Isola Bella” (Isla Bella), está ocupada completamente por el jardín de estilo italiano de “Palazzo Borromeo” (Palacio Borromeo), que ocupa la costa noroccidental de la isla. En 1632, el Conde Vitaliano Borromeo empezó la construcción del monumental palacio barroco y de la majestuosa escenografía de los jardines que dieron fama a la Isla y que todavía hoy en día documentan los fastos de una época. El visitante quedará impresionado por el esplendor de los tapices, muebles, estatuas, cuadros y estucos que caracterizan el palacio. Al finalizar la visita, se puede acceder a los jardines para un agradable paseo entre plantas exóticas y raras cuya floración ha sido ideada para regalar una extraordinaria variedad de colores y perfumes desde el mes de marzo a octubre. 
La “Isola dei Pescatori” (Isla de los Pescadores), conocida también como “Isola Superiore” (Isla Superior), es la única habitada de forma estable. Sus características callejuelas tortuosas y las casas con largos balcones para secar el pescado, la placita, el paseo debajo de los árboles y la calle principal, hacen de ella uno de los lugares más románticos del lago.
No muy lejos, rodeado de colinas verdísimas, se encuentra el Lago d’Orta, considerado uno de los lugares más románticos y pintorescos del mundo. Dominada por la basílica homónima, uno de los monumentos románicos más importantes del Piemonte, la “Isola di San Giulio” (Isla de San Giulio) constituye un lugar de paz y difusa espiritualidad desde el que se puede admirar Orta, una pequeña joya a orillas del lago. Realizada, construida y plasmada por el ingenio y por la manualidad del hombre, San Giulio se presenta como un escenario único, gracias también a las construcciones apiñadas una sobre otra, que de noche emanan una seductora fascinación gracias a una intensa luz artificial. Antiguamente existía un castillo que la hizo inexpugnable, pero fue destruido para dar espacio a la construcción del seminario donde se instalaron las monjas Benedictinas, que todavía hoy en día se dedican a labores manuales y a la hospitalidad espiritual.